¿Puedo acaso encontrarme si no hay nada qué descubrir en mí?
El que se niega a perderse, tampoco conseguirá encontrarse jamás. Así que quiero perderme.

lunes, 23 de julio de 2012

ESTUDIO DEL NATURAL. DE ROBERT WALSER




La mera existencia se convirtió en una suerte para mí, para la que no hallaba palabras ni pensamientos. Me apetecía sobremanera compararme con los árboles, que son mudos, que no necesitan en modo alguno estar pensativos, que se mantienen callados formando así el bosque, que pueden vivir sin necesidad de pedirse cuentas al respecto, que pueden crecer sin tener que alegrarse o afligirse, sin buscar un motivo para hacerse toda clase de preguntas como les ocurre a las pobres, agitadas, ora arrogantes, ora derrotadas, débiles, medrosas personas...

1- El “sentido poético” que deja (puede ser una imagen que no esté expresada con palabras) el texto:

a) La imagen que se capta en el texto de Robert Walser es la personificación de los árboles con atributos humanos: No piensa, no se aflige, no se alegra, son mudos y callados… Prosopopeya
b) La comparación entre el árbol y la persona, con las virtudes del primero enfrentadas a los defectos del segundo

2 Desmontando el “sentido poético” del texto, buscamos la realidad (discursiva o visual) que ha sido trastocada. 

La realidad de Robert Walser era su realidad: creatividad ilimitada sumergida en la locura. El silencio y la soledad eran su meta, junto a un largo paseo contemplando la naturaleza, frente a las incualidades del ser humano que buscaban interpretar su locura a base de arrogancias.

La soledad resultó infructuosa, para el escritor de la observación y de la descripción, la creatividad se apagó, no volviendo a escribir durante su internamiento.

El personaje narrativo de “estudio natural “no es que no hallase palabras ni pensamientos, no deseaba pensar, no necesitaba estar pensando en su mera existencia, quería convertirse en soledad, aislamiento y silencio; los arboles son mudos, se mantienen callados porque no pueden hablar…

Pero ya sabemos que los arboles no son humanos, no tienen sentidos que puedan influir en su mente, algo que no poseen. Son algo que no se puede personificar lógicamente aunque un escritor puede cambiar la realidad del mundo…

Son realidades diferentes la persona y el árbol. La persona siente, ama, piensa y sufre; el árbol no; no tiene mente ni corazón .La persona puede ser en un momento determinador positiva o negativa. En la obra estudio natural Robert Walser solo encuentra la parte negativa del ser humano: arrogancia, derrota, debilidad…

El sabe que es un ser humano, no un árbol pero no asume lo positivo que se puede encontrar en una persona: amor, coraje, riqueza de espíritu…

Las personas son individuos aislados que por su debilidad no pueden formar parte de una sociedad justa y equitativa, como el árbol es parte del bosque.

Walser despreciaba los ideales de prosperidad, éxito y no era capaz de someterse ningún tipo de ataduras. Su lucha por la existencia le llevó al manicomio voluntariamente y walser enmudece en vida como el árbol que calla. Sus ensoñaciones durante sus largos paseos lo convierten en descripciones dotando a sus personajes reales o no de vida propia. Su obra fue admirada por otros escritores como Franz Kafka, Elías Canetti, Herman Hesse…

Una característica de su obra es su humildad, falta de cinismo y falta de instinto social junto con su empeño de vivir de espaldas a la sociedad.

La verdad para el pragmatismo es circunstancial y apuesta por la literatura como fuente de ética. No habrá de ofrecerse argumentos en contra del léxico que nos proponemos sustituir, en cambio se tratará que el léxico que preferimos se presente atractivo y deseable… (Rorty)
Nietze ha sostenido como lo hará posteriormente Rorty que la fuente original del lenguaje y del conocimiento no está en la lógica sino en la imaginación. ¿Que es entonces la verdad? : Metáforas, metonimias…una suma de relaciones humanas realzadas y adornadas poéticamente y retóricamente…

La mera existencia se convirtió en una suerte para mí, al alcanzar un hálito de lucidez, que penetró con firmeza en mi mente. Las palabras de repente se apagaron y mis pensamientos se evaporaron alcanzando al fin a ver el silencio, lo que me llevaría al olvido, olvido de palabras y pensamientos…

Me apetecía sobremanera compararme con los arboles, ya que su mudez se enfrentaba a sus palabras. No necesitaban un simple pensamiento que se enfrentase a la locura de sentir, sentimiento cuyo origen no llevaría a ningún destino y callados, la mejor virtud del ser humano, no como ellos que con sus discursos buscaban confundirme y arrojarme con ellos al aislamiento y el silencio. No, como el árbol callado que formaba parte del bosque, naturaleza que no pedía cuentas por los errores ni por los defectos de los demás. En cambio las pobres En cambio las pobres personas embriagadas en toda clase de preguntas llevarían siempre a otras personas a agitarse, afligirse, llevándolos irremediablemente a sentirse derrotadas, débiles y sumiéndolas en la desesperación y el olvido.

3 La “prudencia discursiva” (recursos puntuales que permiten no sobrecargar al texto) dentro de la narración.

Frases cortas con muchas comas para no cansar al lector con frases largas y el lenguaje que no es retórico sino sencillo, junto con el uso de la primera persona como narrador, unas descripciones como fotogramas que producen juegos visuales y mantiene el interés del lector.



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