- Hay que aprender a amar la necesidad, a cuidarla.
- Algo absurdo, sí, pero este absurdo tiene una boca preciosa y sonríe.
- Los que obedecen en su mayoría son copia perfecta de los que los mandan.
- A menudo cuesta toda una vida librarse de ciertos recuerdos, por muy irrelevantes que sean.
- Los ojos transmiten ideas, por eso los cierro de vez en cuando, a fin de no verme obligado a pensar.
- Ya se sabe, en ningún caso hay que hablar de las cosas que uno conoce muy bien; es cuestión de decencia.
- No desearía a nadie ser yo. Sólo yo soy capaz de soportarme a mí mismo. Saber tanto, haber visto tanto y, Decir nada acerca de nada.
- Con todas mis ideas y necedades podré fundar muy pronto una sociedad anónima para la difusión de ilusiones hermosas, pero nada fiables.
- Siento que podría seguir con este relato hasta el infinito. ¿En qué consiste lo infinito, si no en una sucesión interminable de puntos?
- (...) Un ganso se tiene prohibido todo atisbo de añoranza. Un ganso tiene cosas que hacer, se exige mucho y observa con desprecio sus gansadas.
- Soy un rotundo seguidor de los batallones de soldados, tanto como partidario del desarme general preventivo. Evidentemente, se podría decir más sobre este asunto.
- A menudo las apariencias engañan, señor mío, y lo mejor es dejar el juicio sobre una persona a esa misma persona. Nadie puede conocer tan bien como él mismo a un hombre que ha visto y vivido tanto.
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